plan de estudio de educación religiosa de 6 a 11 de bachillerato
INSTITUCION EDUCATIVA DISTRITAL DENIS HERRERA DE VILLA
PLAN DE ESTUDIO DE EDUCACION RELIGIOSA
GRADOS: (1º a 11º B.T. O)
HORAS: SEMANALES: HORAS MENSUALES:
a) PRIMARIA 25 1.000
b) S. MEDIA 30 1.200
ESPECIALISTA: ALVARO AMAYA POLANCO
PROHIBIDA SU REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL SIN PERMISO DEL AUTOR
BARRANQUILLA - COLOMBIA
2010- 2014
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCION |
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I. IDENTIFICACION EDUCATIVA |
5 |
1.1. NOMBRE DEL AREA |
5 |
1.2. ASIGNATURA E INTENSIDAD HORARIA |
5 |
1,3, RESPONSABLE |
5 |
1.4. INTEGRANTES DEL AREA |
5 |
1.5. POBLACION BENEFICIARIA |
5 |
2. JUSTIFICACION |
6 |
3. DATOS DE ENTRADA |
7 |
3.1. Diagnóstico cognitivo. |
7 |
4. MARCO LEGAL |
10 |
5. ESTRUCTURA DEL AREA |
21 |
5.1. DEFINICION DEL AREA |
23 |
5.2. Ventajas del aprendizaje significativo |
35 |
5.3. COMPETENCIAS COMUNICATIVAS |
40 |
5.4. COMPETENCIAS LABORALES DE TIPO INTELECTUAL |
47 |
5.5. COMPETENCIAS LABORALES DE TIPO PERSONAL. |
48 |
5.6. COMPETENCIAS LABORALES DE TIPO INTERPERSONAL. |
49 |
6. LINEAMIENTO CURRICULARES Y ESTANDARES BASICOS DE CALIDAD |
6 |
7. MARCO CONCEPTUAL |
71 |
8. COMPETENCIAS |
72 |
8.1. Competencia |
72 |
9. AMBITO CONCEPTUAL BASICOS |
76 |
10. TRASCENDENCIA |
78 |
11. COMPETENCIAS ESPECÍFICAS |
87 |
12. FUNDAMENTOS LEGALES DE LA EDUCACION RELIGIOSA |
93 |
13. OBJETIVOS (ver ley general de educación) |
170 |
13.1. GENERAL |
173 |
13.2. OBJETIVO ESPECIFICOS POR NIVELES Y CICLOS |
174 |
14. METODOLOGIA (constructivista) |
177 |
15. EVALUACION (por competencias) |
180 |
16. RECURSOS (humanos y físicos) |
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16.1. RECURSOS FISICOS |
184 |
16.2. ACTIVIDADES Y PROCEDIMIENTOS |
184 |
17. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES |
186 |
BIBLIOGRAFIA |
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INTRODUCCION
La educación como cualquier ente o proceso esta sujeta a cambios, ya sea de fondo o forma.
En nuestro papel de formuladores debemos apropiarnos de las herramientas que nos permitan conseguir nuestro propósitos a corto y largo plazo mejorar la calidad de nuestra labor pedagógica debe ser primordial, por ello, acogemos con entusiasmos los nuevos horizontes de lineados por la ley general de educación, C ley 115 de 1.994, ley 715 de 2001, resolución 2343 de 1996; ley 734 de 2002 – decreto 230 de 2002; decreto 4500 de 19 de diciembre – 2006 y la ley 133 de 1994).
Todo esto delineado por el ministerio de educación nacional concebido como estándares curriculares, ya que esto permitirán unificar criterio, propuestas y fines a nivel institucional, departamental, distrital, nacional y mundial.
Además la religión y la moral estudian el comportamiento del hombre en marcado en sus costumbres y valores. Persigue la integración humana y el amor entre el hombre y las mujeres. En el área de religión se orientan ideales y principios que buscan a Dios a través del bien, es decir, la capacidad de compartir reflexionar, razonar, perdonar, respetar, obedecer y estas dispuestas ayudar a las personas que la requieran.
Por tanto resulta fundamental que las actividades de aprendizajes despierten sus creatividad, su curiosidad y correspondan a la etapa de desarrollo en la que se encuentra.
Todo lo anterior queda planteado en el currículo de religión a lo largo de la educación básica y media con el propósito de imponer o implementar el modelo de pedagogía conceptual, teniendo en cuenta la reforma del ministerio de educación nacional.
Teniendo en cuenta las condiciones socioculturales de la familia que conforman la comunidad educativa de la institución educativa distrital Denis herrera de villa se rige por un enfoque educativo, orientando hacia la formación integral del educando, centrado la labor pedagógica en el desarrollo de su personalidad para ser de el un ser participante, critico, responsable, temeroso de Dios, cuestionador de la realidad que lo circunda y capaz de apropiarse de los saberes, mediante planes de estudio acorde con el modelo pedagógico conceptual y de acuerdo a las necesidades de la comunidad.
Pedagogía – Competencias - Sentido de la espiritualidad y la trascendencia
En el marco de la tradición latinoamericana consideramos que la pedagogía tiene que seguir siendo una pedagogía que trate de crear sistemas y procesos educativos que apoyados en los nuevos saberes acerca del aprendizaje y el desarrollo y de los condicionantes que atentan contra la autodeterminación humana se dediquen a desarrollar competencias humanas y seres humanos autónomos y solidarios sensibles y capaces de entender y hacerle frente a la grave problemática social que nos agobia.
Desde esta perspectiva todo el aprendizaje y el desarrollo humano puede ser analizado y trabajado como el proceso de desarrollo progresivo y sostenimiento de su autonomía. Desde luego el desarrollo de esta autonomía implica el de múltiples competencias humanas, como las cognitivas, que capacitan al ser humano para entender, apreciar y manejar sus relaciones con realidad en sus múltiples dimensiones, él mismo incluido.
El desarrollo humano comprende diversas dimensiones que se constituyen e integran en la interacción con el medio cultural para ayudar a configurar la personalidad. Para propósitos educativos concebimos estas dimensiones como competencias. Definimos competencia humana como una habilidad general y forma de conciencia, producto de la integración de conceptos, destrezas y actitudes, que dota al ser humano de una capacidad de entendimiento, acción y transformación de sus relaciones con el mundo, él/ella mismo incluido.
Ser competente significa que la persona tiene el conocimiento declarativo (la información y conceptos), es decir, sabe lo que hace, por qué lo que hace y conoce el objeto sobre el que actúa. Ser competente, también implica, tener la capacidad de ejecución, es decir el conocimiento procesal o las destrezas intelectuales y psicomotoras para en efecto llevar a cabo la ejecución sobre el objeto. Finalmente, ser competente implica tener la actitud o disposición (conocimiento-actitudinal) para querer hacer uso del conocimiento declarativo y procesal y actuar de manera que se considera correcta.
La educación orientada al desarrollo humano integral, ya sea en la escuela, el hogar o como proceso autogestivo de: a. Pensamiento sistemático, creativo y crítico, b. Comunicación significativa y creativa, c. Interacción social efectiva, d. Autoestima y autoconocimiento, e. Conciencia moral y ética, f. Sensibilidad estética, g. Conciencia ambiental y higienista, h. Conciencia histórica y cívica, i. Habilidad psicomotora para la recreación y el trabajo, j Sentido de la espiritualidad y la trascendencia, de la cual nos ocupamos en la presentación de este Plan de Área de Educación Religiosa y Moral.
El sentido de trascendencia como forma de experiencia humana
Definimos el "sentido de trascendencia" como la capacidad de un ser humano para una forma de experiencia y conciencia, es decir, para experimentar (acto hermenéutico simultaneo de interpretar, sentir y vivir) su vida -o actos de la misma- como parte de una totalidad más amplia, en el contexto cual ésta cobra un significado teleológico. La experiencia de la trascendencia implica en primer lugar el reconocimiento de que nuestra vida plena se inserta en procesos más amplios en espacio y tiempo a la luz de los cuales adquiere sentido de dirección, goce y autodeterminación.
El sentido de trascendencia confiere un significado a la vida, frente a la mera casualidad o el absurdo. Permite pensar que la vida individual es parte de una trama o plan o propósito. Nos da con ello la esperanza de que podemos esperar un mundo mejor, que es posible librarse del mal voluntario, de que nuestros esfuerzos por lograrlo no serán en vano.
El sentido de trascendencia permite experimentar un estado de conexión, es una experiencia de ser, de pertenecer y de cuidar. Es sensitividad y compasión, gozo y esperanza. Es la armonía entre la vida más interna y la vida exterior, o la vida del mundo o del universo. Es la creencia en la vida humana como parte del eterno torrente del tiempo, de que cada uno de nosotros vino de algún sitio, y esta destinado a algún sitio.
Implicaciones educativas: El sentido de trascendencia como competencia humana
Probablemente hay un criterio bastante generalizado en nuestro pueblo de que la escuela debe atender la problemática de la inmediatez y del hedonismo en parece vivir buena parte de nuestra juventud y la falta de un sentido de trascendencia en la misma. Pero la estricta separación entre Iglesia y Estado propia de nuestro sistema constitucional, la falta de unanimidad o consenso por parte de los estudiosos sobre una delimitación de este tema, la multiplicidad de creencias de los estudiantes y sus familias y los maestros en torno a lo trascendente, hacen de este tema uno de difícil y controvertido tratamiento.
Entendido como capacidad o competencia humana para una forma de experiencia, el sentido de trascendencia es una dimensión del ser humano, de su desarrollo, de su relación con la realidad y consigo mismo; un modo de apropiación de la realidad, una forma de conciencia, constituida por una manera peculiar de, simultáneamente, objetivar la realidad de la que somos parte y subjetivarnos, es de constituirnos en sujeto.
Desde esta perspectiva, el sentido de trascendencia se relaciona con lo que se puedo denominar "inteligencia espiritual", la inteligencia con que afrontamos y resolvemos problemas de significados y valores, la inteligencia con que podemos poner nuestros actos y nuestras vidas en un contexto más amplio, más rico y significativo, la inteligencia con que podemos determinar que un curso de acción o un camino vital es más valioso que otro.
La inteligencia espiritual es la que permite el crecimiento y la transformación en dirección a una mayor evolución de nuestro potencial humano. La utilizamos para lidiar con problemas existenciales, problemas con que nos sentimos atascados, atrapados por nuestros propios hábitos del pasado o por neurosis o problemas de enfermedad y desdicha. La inteligencia espiritual nos hace conscientes de que tenemos problemas existenciales y nos permite resolverlos o al menos encontrar una cierta paz pese a ellos.
La educación como cualquier ente o proceso esta sujeta a cambios, ya sea de fondo o forma.
En nuestro papel de formuladores debemos apropiarnos de las herramientas que nos permitan conseguir nuestro propósitos a corto y largo plazo mejorar la calidad de nuestra labor pedagógica debe ser primordial, por ello, acojemo con entusiasmos los nuevos horizontes de lineados por la ley general de educación, C ley 115 de 1.994, ley 715 de 2001, resolución 2343 de 1996; ley 734 de 2002 – decreto 230 de 2002; decreto 4500 de 19 de diciembre – 2006 y la ley 133 de 1994).
Todo esto delineado por el ministerio de educación nacional concebido como estándares curriculares, ya que esto permitirán unificar criterio, propuestas y fines a nivel institucional, departamental, distrital, nacional y mundial.
Además la religión y la moral estudian el comportamiento del hombre en marcado en sus costumbres y valores. Persigue la integración humana y el amor entre el hombre y las mujeres. En el área de religión se orientan ideales y principios que buscan a Dios a través del bien, es decir, la capacidad de compartir reflexionar, razonar, perdonar, respetar, obedecer y estas dispuestas ayudar a las personas que la requieran.
Por tanto resulta fundamental que las actividades de aprendizajes despierten sus creatividad, su curiosidad y correspondan a la etapa de desarrollo en la que se encuentra.
Todo lo anterior queda planteado en el currículo de religión a lo largo de la educación básica y media con el propósito de imponer o implementar el modelo de pedagogía conceptual, teniendo en cuenta la reforma del ministerio de educación nacional.
Teniendo en cuenta las condiciones socioculturales de la familia que conforman la comunidad educativa de la institución educativa distrital “la manga” se rige por un enfoque educativo, orientando hacia la formación integral del educando, centrado la labor pedagógica en el desarrollo de su personalidad para ser de el un ser participante, critico, responsable, temeroso de Dios, cuestionador de la realidad que lo circunda y capaz de apropiarse de los saberes, mediante planes de estudio acorde con el modelo pedagógico conceptual y de acuerdo a las necesidades de la comunidad.
QUE ES EL CONSTRUCTIVISMO
Básicamente puede decirse que el constructivismo es el modelo que mantiene que una persona, tanto en los aspectos cognitivos, sociales y afectivos del comportamiento, no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción de estos dos factores. En consecuencia, según la posición constructivista, el conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser humano, esta construcción se realiza con los esquemas que la persona ya posee (conocimientos previos), o sea con lo que ya construyó en su relación con el medio que lo rodea.
Esta construcción que se realiza todos los días y en casi todos los contextos de la vida, depende sobre todo de dos aspectos:
1.- De la representación inicial que se tiene de la nueva información y,
2.- De la actividad externa o interna que se desarrolla al respecto.
En definitiva, todo aprendizaje constructivo supone una construcción que se realiza a través de un proceso mental que conlleva a la adquisición de un conocimiento nuevo. Pero en este proceso no es solo el nuevo conocimiento que se ha adquirido, sino, sobre todo la posibilidad de construirlo y adquirir una nueva competencia que le permitirá generalizar, es decir, aplicar lo ya conocido a una situación nueva.
El Modelo Constructivista está centrado en la persona, en sus experiencias previas de las que realiza nuevas construcciones mentales, considera que la construcción se produce:
a. Cuando el sujeto interactúa con el objeto del conocimiento(Piaget)
b. Cuando esto lo realiza en interacción con otros (Vigotsky)
c. Cuando es significativo para el sujeto (Ausubel)
Una estrategia adecuada para llevar a la práctica este modelo es "El método de proyectos", ya que permite interactuar en situaciones concretas y significativas y estimula el "saber", el” saber hacer" y el "saber ser", es decir, lo conceptual, lo procedimental y lo actitudinal.
En este Modelo el rol del docente cambia. Es moderador, coordinador, facilitador, mediador y también un participante más. El constructivismo supone también un clima afectivo, armónico, de mutua confianza, ayudando a que los alumnos y alumnas se vinculen positivamente con el conocimiento y por sobre todo con su proceso de adquisición.
El profesor como mediador del aprendizaje debe:
- Conocer los intereses de alumnos y alumnas y sus diferencias individuales (Inteligencias Múltiples)
- Conocer las necesidades evolutivas de cada uno de ellos.
- Conocer los estímulos de sus contextos: familiares, comunitarios, educativos y otros.
- Contextualizar las actividades.
CONCEPCIÓN SOCIAL DEL CONTRUCTIVISMO
La contribución de vigotsky ha significado que ya el aprendizaje no se considere como una actividad individual, sino más bien social. Se valora la importancia de la interacción social en el aprendizaje. Se ha comprobado que el estudiante aprende más eficazmente cuando lo hace en forma cooperativa.
Si bien también la enseñanza debe individualizarse en el sentido de permitir a cada alumno trabajar con independencia y a su propio ritmo, es necesario promover la colaboración y el trabajo grupal, ya que se establecen mejores relaciones con los demás, aprenden más, se sienten más motivados, aumenta su autoestima y aprenden habilidades sociales más efectivas.
En la práctica esta concepción social del constructivismo, se aplica en el trabajo cooperativo, pero es necesario tener muy claro los siguientes pasos que permiten al docente estructurar el proceso de Enseñanza-Aprendizaje cooperativo:
- Especificar objetivos de enseñanza.
- Decidir el tamaño del grupo.
- Asignar estudiantes a los grupos.
- Preparar o condicionar el aula.
- Planear los materiales de enseñanza.
- Asignar los roles para asegurar la interdependencia.
- Explicar las tareas académicas.
- Estructurar la meta grupal de interdependencia positiva.
- Estructurar la valoración individual.
- Estructurar la cooperación Inter grupo.
- Explicar los criterios del éxito.
- Especificar las conductas deseadas.
- Monitorear la conducta de los estudiantes.
- Proporcionar asistencia con relación a la tarea.
- Intervenir para enseñar con relación a la tarea.
- Proporcionar un cierre a la lección.
- Evaluar la calidad y cantidad de aprendizaje de los alumnos.
- Valorar el funcionamiento del grupo.
De acuerdo a estos pasos el profesor puede trabajar con cinco tipos de estrategias:
- Especificar con claridad los propósitos del curso o lección.
- Tomar ciertas decisiones en la forma de ubicar a